Justo en el centro de Irlanda y a orillas del imponente río Shannon, no es de extrañar que Athlone haya despertado el interés de todos, desde santos a sargentos, a lo largo de los siglos. Al pasear por la ciudad, parece que cada edificio tiene una historia, desde el castillo del siglo XII y los barracones del siglo XVII hasta el hospicio del siglo XIX.
Esta animada región central dista mucho de ser una simple pieza histórica. Las cafeterías bohemias como Lowe & Co ofrecen productos artesanos, charlas con lugareños y una cálida bienvenida. El lago de recreo de Lough Ree cerca y el río Shannon atravesando la ciudad, es un paraíso natural para senderistas, ciclistas y aficionados a los deportes acuáticos.
Su emblema es el Athlone Castle, una fortaleza normanda del siglo XII que protegía este paso vital sobre el río. Hoy, restaurado y convertido en museo interactivo, invita a descubrir la historia de batallas, asedios y héroes locales. A sus pies, el puente cruza el Shannon, conectando las dos mitades de la ciudad.
Athlone también es célebre por su hospitalidad: desde la Sean’s Bar, considerado el pub más antiguo de Irlanda (con más de mil años de historia), hasta modernas cafeterías y restaurantes junto al río, donde se mezcla lo tradicional con lo contemporáneo.
Muy cerca, el Lough Ree, tercer lago más grande del Shannon, ofrece un entorno natural ideal para la navegación, el senderismo y la observación de aves. Todo ello convierte a Athlone en un lugar perfecto para descubrir tanto el legado medieval como la vibrante vida cultural y paisajística del centro de Irlanda.