Ubicada a orillas del río Nore, Kilkenny debe su apodo al característico mármol negro que se utilizó en muchas de sus construcciones históricas. El centro de la ciudad está dominado por el majestuoso Kilkenny Castle, fortaleza normanda del siglo XII rodeada de jardines, que fue residencia de la poderosa familia Butler durante casi 600 años.
El entramado medieval de sus calles se conoce como el Medieval Mile, un recorrido que conecta la St Canice’s Cathedral con su torre redonda —a la que aún se puede subir para contemplar vistas panorámicas—, pasando por iglesias, abadías y casas de comerciantes que conservan su esencia centenaria.
Hoy, Kilkenny combina ese aire histórico con una atmósfera moderna: es conocida por sus festivales de arte y comedia, sus pubs llenos de música tradicional, la famosa Smithwick’s Brewery y una energía creativa que atrae a visitantes de todo el mundo.
Entre historia, cultura y hospitalidad, Kilkenny ofrece una experiencia única que refleja lo mejor de la Irlanda medieval y contemporánea.
El castillo de Kilkenny, la catedral de San Canice y la Milla medieval son sus grandes atractivos.
Kilkenny con apenas 27.000 habitantes es una pequeña y vibrante ciudad situada en el sureste de Irlanda a poco más de 100 kilómetros de Dublín.
Kilkenny conserva un patrimonio medieval excepcional, en el que destaca su castillo y la catedral de San Canice. Estos dos grandes monumentos están conectados por la conocida como ‘Medieval mile’ o Milla medieval. Y es que si se recorre el apenas kilómetro y pico que separa ambos edificios uno va encontrando algunas joyas del pasado medieval de la ciudad: una taberna, una abadía, casas de comerciantes…